Un accidente, una lesión, el diagnóstico de una enfermedad o una complicación en una patología crónica son circunstancias que todos hemos vivido, o viviremos, como pacientes. Hacer frente a cualquiera de estas situaciones supone una adaptación en la vida diaria y una dosis de estrés que se acentúa si, además, se le añade tener que esperar un tiempo excesivo para acceder a la consulta de un especialista o a una cirugía. El Barómetro del Ministerio de Sanidad (https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/BarometroSanitario/home_BS.htm) ofrece una opinión mayoritariamente positiva de la asistencia sanitaria pública en España, también recoge, de forma recurrente, como aspecto a mejorar, las listas de espera.
Ante esta situación, es preciso buscar soluciones y alianzas. De nada sirve un sistema excelente si no llega a tiempo. Para ello, es preciso, una vez más, situar al paciente como eje de las decisiones y a la sanidad privada como un aliado imprescindible. Debemos entender la sanidad como una sola y, tanto la pública como la privada, deben trabajar unidas para mantener el nivel de excelencia y también la accesibilidad.
La colaboración público-privada beneficia al paciente que espera a ser atendido por varias razones:
En definitiva, que el paciente sólo se preocupe por su recuperación, y no por factores como los tiempos de espera, debe ser premisa fundamental en la que se base la colaboración público-privada.
FUENTE: https://www.consalud.es/opinion/colaborar-acortar-tiempos-espera_126950_102.html
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